Y si nadie lee esto
yo grito que te extraño.

Narices frias.

Pensé en llamarte,
que suerte que borré tu numero de mi agenda.

Algunos dicen que la inspiración llega en lo mementos de angustia. La melancolía de lo que se fue. La tristeza de lo que nos lastimo, el eterno “romperse la cabeza con alguna pared” crea en nosotros una especie de conexión con quién sabe que poeta y pum! Se hizo la inspiración.

Pero hoy yo estoy con otras cosas en la cabeza. Me di cuenta que aburre tanto lamento. Por eso quiero sacarte rápidamente.

Tus ojos y mis manos. Tus labios y mi piel. Tu cuerpo tan transparente. Tus palabras sin sentido. Miradas, besos, juegos, promesas.
Hoy no te recuerda mi recuerdo. Ni te nombra mi desvelo.

Quizás me defraudaste.

Quizás creí demasiado.

Quizás nunca te necesite.

O si.

Algo.

Espero la brisa de tus palabras. Espero olvidar lo que nunca ocurrió.
Como hicimos esa noche? Como no te avise.

Soy tan vulnerable. Soy tan predecible.

Soy eso que quedó, un pedazo roto entre tanto
c o l o r .

Quizás despegue esta noche tu recuerdo de mi piel, quizás las lagrimas limpien este resto de algo que no se que es. O que era un corazón, - no lo se.

Me duele el corazón.
Quizas por las heridas.
Quizas porque es domingo y ya.

Desaparece el color del sol, y con el desapareces vos.

Tan lento, tan sutil. Nunca lo decís.
Lo entiendo, lo entendés.
Te veo y lo sabés. Y viene ese viento, y me aturde. Solo quiero correr.
Solo no verte más.
Y apareces, como una pequeña luz que se escurre por debajo de la puerta.
Y molesta.
Y molesta.
Y se hace costumbre.
Y uno cree que es amor.
Y yo no creo más.
Yo no quiero más de vos.