Algunos dicen que la inspiración llega en lo mementos de angustia. La melancolía de lo que se fue. La tristeza de lo que nos lastimo, el eterno “romperse la cabeza con alguna pared” crea en nosotros una especie de conexión con quién sabe que poeta y pum! Se hizo la inspiración.
Pero hoy yo estoy con otras cosas en la cabeza. Me di cuenta que aburre tanto lamento. Por eso quiero sacarte rápidamente.
Tus ojos y mis manos. Tus labios y mi piel. Tu cuerpo tan transparente. Tus palabras sin sentido. Miradas, besos, juegos, promesas.
Hoy no te recuerda mi recuerdo. Ni te nombra mi desvelo.
Quizás me defraudaste.
Quizás creí demasiado.
Quizás nunca te necesite.
O si.
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